


Análisis de suelos agrícolas
- Fertilidad de nuestro suelo
- Disponibilidad de los nutrientes en el mismo
- Enmiendas a realizar en pre-siembra o pre-plantación
- Generar un diagnóstico ante un problema nutricional que presenta mi cultivo
Sin un correcto análisis de suelo estaríamos a ciegas ante la toma de decisiones en el abonado, aplicando de menos, impidiendo conseguir los objetivos de cosecha o aportando en exceso, encareciendo, así, nuestro proceso productivo.
La eficacia de los análisis de suelos dependerá en gran medida de la representatividad del mismo. De poco valdrá que la muestra de suelo a analizar sólo represente al 10% de una parcela, recomendándose hacer una analítica por cada 15-20 Ha de superficie.
Todo manejo de riego y nutrición debe tener como punto de partida un análisis de suelo además de análisis de agua de riego, así podremos tener acceso a la información que nos permita ejecutar el mejor programa de riego y abonado posible para nuestras condiciones.
¿Qué parámetros se analizan en los análisis de suelos?
PH. Nos indicará la reacción que tendrá el suelo, si ácida o alcalina. Este carácter dará idea de la disponibilidad que tendrán en la solución de suelo elementos como el fósforo y los micronutrientes, muy sensibles a variaciones en este factor.
Conductividad Eléctrica. Indica la salinidad del suelo. Dependiendo de este valor sabremos si el cultivo a sembrar/plantar es tolerante a nuestro suelo o la mejor estrategia de abonado y riego para conseguir el mejor resultado.
Nutrientes a disposición de la planta. Ya sean macronutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio) o micronutrientes (hierro, boro, manganeso, cinc, molibdeno y cobre) debemos saber en qué proporciones podemos encontrarlos en nuestro suelo, siempre hablando de su forma disponible ya que de poco nos servirá conocer la cantidad total que habrá de de uno de ellos si luego sólo un mínimo porcentaje se encuentra soluble para entrar por las raíces.
En difinitiva, sin estos 4 puntos no sería posible realizar una buena recomendación de abonado ya sea de fondo o un planteamiento general para todo el año.
La importancia de una correcta interpretación
Análisis completo de suelos
Parámetros físico-químicos: Textura y Fracciones granulométricas (arcilla, limo, arena fina, arena media, arena gruesa, etc.), pH (H₂O e KCl), Conductividad eléctrica, Caliza activa y Carbonatos totales, Materia orgánica oxidable, Relación C/N, Humedad, etc.
Fertilidad: Formas nitrogenadas (Nitrógeno total, Kjedahl, Nítrico, Amoniacal y Orgánico), Fósforo, Bases disponibles (Calcio, Magnesio, Potasio y Sodio)
Estructura del suelo: Bases de cambio (Calcio, Magnesio, Potasio, Sodio), Capacidad de intercambio catiónico, etc.
Fracciones asimilables: Calcio, Magnesio, Potasio, Cloruro, Sodio, Azufre, Aluminio, etc.
Extracto de Pasta Saturada (EPS): Amonio, Nitratos, Fosfatos, Potasio, Calcio, Magnesio, Sodio y Cloruros
Microelementos: Hierro, Manganeso, Cobre, Zinc, Boro, etc.
Metales Pesados: Plomo, Cadmio, Mercurio, Arsénico, Cromo, Níquel, Litio, Berilio, Cobalto, Titanio, Estaño, Estroncio, Bario, Plata, etc.
Parámetros de Riego: Agua útil, Capacidad de campo, Punto de marchitez, Permeabilidad, etc.
Riesgo de compactación